Por Anatxu Zabalbeascoa Desde Del tirador a la ciudad, El País
«En Normandía al noroeste de París, Giverny es un jardín pintado con los ojos. Su autor, el pintor impresionista Claude Monet, lo hizo crecer alrededor de su casa y frente a esta, al otro la de la calle, donde se encuentra el famoso estanque con nenúfares que no se cansó de retratar.
Monet vivió allí 37 años, con sus ocho hijos, los dos de su matrimonio con Camille y los seis que Alice Hoschedé aportó al matrimonio cuando ambos viudos decidieron casarse. El pintor descubrió el lugar mirando por la ventanilla del tren, cuando viajaba de Vernon a Gasny. Cuando compró la casa en la que crecería su nueva familia su mujer hizo talar un pinar que la rodeaba y plantaron frutales como los que hoy la rodean. La idea de sembrar tulipanes alrededor de la vivienda fue del pintor. Una de sus hijas cuidó la casa desde la muerte del pintor en 1926 hasta la segunda Guerra Mundial. Luego, a finales de los años setenta, la casa fue completamente restaurada: dentro del estudio de Monet habían crecido los árboles. Y el estanque había desaparecido. Así, el jardín que hoy puede visitarse es el lugar cambiante que él pintó. Con amapolas y margaritas al llegar la primavera y con rosas en los arcos que rodean el camino de acceso cuando llega el verano (…)»
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