*Venecia: La Salute y la Aduana*
Joseph Mallord William Turner (1775-1851), el pintor de la luz.
[Pintura del Paisaje, Romanticismo, 1839]
El «pinturesque inglés» [1] y, más concretamente, las obras de Turner fueron consideradas polémicas para su tiempo, pero elevaron la pintura de paisajes a la altura de la pintura histórica.
Turner Llevó la iluminación en la pintura hasta un punto de no retorno siendo apoyado por muy pocos, entre los que se encontraba el crítico John Ruskin [2].
No obstante, gracias a sus arquitecturas consiguió dirigir la cátedra de Perspectiva en la Royal Academy of London, logrando así ser reconocido por sus paisajes urbanos y que éstos fueran considerados, definitivamente, como un género pictórico independiente.
Muchos lo consideran como prefacio del impresionismo.
[1] Lo pintoresco se entiende como la cualidad formal que corresponde a lo pictórico, es decir, a valores plásticos como el cromatismo, las luces, las sombras y las texturas, en contraposición a lo dibujístico, al que pertenecerían las líneas, las siluetas y las formas definidas. (Maderuelo 2010: 14)
[2] Ruskin es el autor de Pintores modernos (1843-1860), un libro sobre el arte en el que defiende que los pintores emergentes recientes de la tradición de la pintoresca son superiores en el arte del paisaje de los viejos maestros . Fue el primer libro que escribió y, principalmente, para defender la obra de JMW Turner .
* Imagen vista en reproarte.com
*Esta entrada forma parte de Learning City Project, el proceso de tesis doctoral de Uxua Domblás Ibáñez. Por favor, si vas a utilizar alguna de las imágenes o información del blog, no hay problema siempre y cuando menciones su autoría y dónde lo has encontrado.